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Regala tu tiempo como Angel Guardián, voluntario a una Ciudad de Dios y ayuda a devolver la alegría a quienes más lo necesitan. Puedes ofrecer el desarrollo de  una actividad, un evento, una visita periódica o incluso si sientes la vocación al servicio más fuerte, no dejes de pensar en quedarte al menos una temporada para dar lo mejor de ti a quienes más lo necesitan. En las Ciudades de Dios, los Ángeles Guardianes son personas que libremente deciden ayudar y apoyar a los integrantes de la fundación con amor y compromiso. Te sorprenderás al ver todo lo que puedes dar y recibir, crecer espiritualmente y ayudar a que muchas sonrisas sean gracias a ti.

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