APROBADOS, COMO ASOCIACIÓN DE FIELES, LOS CARMELITAS DE SAN JOSÉ

 

En una sala muy moderna y elegante nos recibieron los doce consejeros, varios de ellos monseñores, y el señor obispo. Este número para nosotros ya era significativo, pues desde el principio de la Fundación hemos acogido el 13; es decir, doce más uno, en memoria de la comunidad apostólica y Jesús con ellos; número simbólico para la madre Teresa de Jesús, que quiso siempre que sus comunidades estuvieran fundamentadas sobre la base de la comunidad apostólica y por eso en un primer momento quiso que fueran solo trece monjas; doce, más la priora haciendo las veces de Jesús.

 Monseñor Sánchez Aponte, presentó nuestra solicitud, bajo el argumento de todo el bien que se hacía con esta obra; el camino realizado, el aval y apoyo total que nos daba el Provincial, refiriéndose a la carta enviada para él, que tenía en su poder, para el consejo presbiteral y a la carta de apoyo del padre General de nuestra Orden para la obra de la Fundación Santa Teresa de Ávila. Resaltó mucho el trabajo de formación que se hace con los laicos, con la observación de que ya este era un elemento suficiente para pensar en darnos una aprobación, pues la diócesis está muy empeñada en el trabajo de formación de laicos.

Para  el señor obispo, los Carmelitas de San José son como un “arbolito nuevo para la Comunidad Diocesana” y de ahí, la gran importancia en el camino de renovación de la Diócesis. “Por los frutos los conoceréis”; y son evidentes los frutos producidos por la Fundación santa Teresa de Avila; lo podemos ver, decía,  “en el video que acabamos de proyectar;  pero también,  porque  hemos sido testigos de la acción de Dios en esta obra; personalmente hemos estado allí y vimos con nuestros ojos lo que ha hecho Dios y san José a través del Padre Arcesio y los padres Carmelitas. Esta es una obra que nace con la base del Carmelo.  No es una obra que nace porque a alguno se le antojó, sino que tiene todo un fundamento y el apoyo de toda una comunidad religiosa y una espiritualidad, como es el caso de la Comunidad Carmelita.”

Recordó también a los asistentes, el señor Obispo, que la Iglesia desde Aparecida, al igual que en la Evangelii Gaudium, pide a los obispos apoyar a las comunidades jóvenes nacientes o nuevas comunidades y sus carismas emergentes. También agregó, que nosotros estábamos elaborando ya las constituciones y las Normas de vida, el plan de estudios y de formación.

El Padre Gilberto fue el encargado de leer la carta-presentación del caminar de los Carmelitas Laicos de san José durante estos nueve años, escrita para tal reunión y luego se proyectó el video Carmelitas de San José, un árbol de vida nueva para la Iglesia, dirigido por una de las carmelitas laicas de San José, Helena Correa. Todos quedaron muy bien impresionados de la obra y el obispo  también, Después de algunas preguntas por parte del grupo de presbíteros, en un momento muy emocionante y solemne, el Señor obispo, puesto de pie, dijo: “¡levanten la mano los que aprueban la Asociación de Fieles  Carmelitas de san José!”. Fueron solo segundos transcurridos, pero de un impacto grandísimo ya que en ese instante se definía todo el presente y futuro de la Comunidad. Mientras nosotros permanecíamos en silencio y adoración profunda en el corazón, esperando y acogiendo la voluntad de Dios fuere, la que fuere; manifestada en nuestros hermanos sacerdotes, los doce, más el obispo, levantaron la mano. Por unanimidad quedó aprobada la Asociación de Fieles Carmelitas de san José. Un gran aplauso por parte de todos rompió el silencio.  Eran las 9:44 de la mañana. 

El obispo nos felicitó y pasó a nombrar una comisión para acompañarnos y ayudarnos en este proceso: En primer lugar, el Obispo, monseñor Luis Felipe, luego monseñor Luis Mesa, por tener un proceso similar en la conformación de su comunidad de Mensajeros de la Paz y, finalmente, el Padre Jaime Monsalve Trujillo, dominico, vicario de la Vida religiosa en la diócesis. Nos invitó el Obispo a participar de ahí en adelante, en las reuniones de los religiosos de la Diócesis. Nos dijo también que podíamos contar con sus oraciones y las de todos los sacerdotes, religiosos y fieles de la Diócesis  de Chiquinquirá, que nos acogían con amor y alegría.

Salimos del recinto y nos dirigimos a la capilla del Santísimo para dar gracias al Señor. Después de dejar la Curia, fuimos a la Basílica para, también dar gracias a Nuestra Señora de Chiquinquirá, Patrona de Colombia, y poner en sus manos el arduo camino a recorrer.

Enterados, de inmediato, los hermanos y hermanas Carmelitas de San José, festejaron el acontecimiento con diferentes manifestaciones. Cada uno a su manera daba gracias a Dios. Patricia decía que era un regalo que nos hacía el Señor por mis 28 años de ministerio sacerdotal que celebramos el 14 de agosto como familia; don de Dios, no solo para mí, sino para todos.

Gracias Señor, gracias san José; hoy, fue un día histórico; pues nacimos para la Iglesia y el mundo como un humilde retoño que el Señor irá fortaleciendo. Bajo el amparo de Nuestra Señora de Chiquinquirá y de las Ciudades de Dios, san José y nuestros santos del Carmelo, caminaremos en fe, conducidos por el Espíritu del Señor, según la espiritualidad del Carmelo Teresiano, viviendo como Contemplativos del Siglo XXI.

 

Fr José Arcesio Escobar E. ocd