EL REINO DE DIOS CONSTRUIDO CON LA FRAGILIDAD HUMANA
Dios escogió lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, a fin de que en su presencia nadie se gloríe (1Cor 1,28)
Llevamos este tesoro en frágiles vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros (2Cor 4,7)
Es sorprendente lo que puede hacer Dios cuando combina la fragilidad humana, la misericordia y el amor. Son tres ingredientes salvíficos que Dios sabe aprovechar bien, asumiéndolos primero Él en su proyecto de vida salvadora, a través de Jesús, y luego aplicándolos a cada ser humano como camino de salvación y de vida eterna.