EL MILAGRO DE LAS CIUDADES DE DIOS
Segundo libro de la Fundación Santa Teresa de Ávila
En el marco de las celebraciones, con motivo de los 15 años de la Fundación Santa Teresa de Ávila, fue publicado y lanzado el libro EL MILAGRO DE LAS CIUDADES DE DIOS. Éste recoge fotografías y algunos buenos textos del padre José Arcesio Escobar, director de la Fundación, que hablan de un Nuevo Carisma dentro de la Igleia Católica.
En su prólogo dice:
El libro “El milagro de las Ciudades de Dios” es un poema de gratitud a Dios por su inmenso amor y fidelidad permanente para con nosotros; es un canto de agradecimiento que queremos elevarle a Dios por las maravillas que ha realizado y sigue realizando entre sus pequeños, pobres y sencillos, entre su gente más amada en el Reino que vino a establecer en Jesús, como signo de amor misericordioso y esperanza para todos; es un grito testimonial que quiere “cantar eternamente la misericordia del Señor y su fidelidad” (Sal 117) entre nosotros.
Presenta, en fotografías y textos, ráfagas de luz, color, vida, amor encarnado, esperanza cierta, ternura gratuita y salvadora, libertad de espíritu, expansión del Reino, amor incondicional a los pobres, experiencia de fe y oración, comunidades nacientes, cristianos en acción, solidaridad hecha obras, esperanza de cielo.
Además de rendir un homenaje a Dios por su obra de amor y misericordia entre los pobres, “El milagro de las Ciudades de Dios” es al mismo tiempo un testimonio vivo de su acción a través de grupos y comunidades pobres, compuestas por personas pobres, sirviendo a los pobres. Es un testimonio de cómo los pobres son evangelizados y cómo ellos a su vez nos evangelizan, desde su vida sencilla y su existencia sufrida, pero vivida en el Señor con gozo y esperanza solidaria.
“El milagro de las Ciudades de Dios” ilustra ese “primer paso” que muchos de nosotros hemos querido dar como un signo del Reino Nuevo que estamos construyendo con Jesús y para Jesús, hecho carne en los pobres, en sus historias de vida, en sus gritos de auxilio no escuchados por los hombres, pero sí acogidos por Dios. Es el Señor el que nos impulsa a “dar el primer paso” en la construcción de un mundo más digno, más humano para sus hijos. Nuestro trabajo en las Ciudades de Dios es un pequeñísimo aporte en la creación de “un cielo nuevo y una tierra nueva”, es simplemente un puñadito de semillas esparcidas por todo el territorio Colombiano, en los lugares más vulnerables y de mayor conflicto social, para que, enraizadas por el Espíritu, puedan dar fruto en abundancia y se multipliquen por todos los rincones de pobreza y miseria, como signos de la presencia de Dios, cercano y amigo de los pobres y necesitados.
Estamos cumpliendo quince años como testigos de los milagros permanentes y de la acción de Dios entre nosotros y con nosotros. Quince años de intenso y gozoso trabajo, en compañía de muchas personas que con su vida, su tiempo y las monedas que cada uno posee, se han puesto al servicio del Señor para ayudarle a construir una experiencia de amor creativo y unos espacios de vida y fraternidad para niños, jóvenes, familias y abuelos desprotegidos y desamparados. Tenemos que confesar que hemos sido los primeros beneficiarios de toda esta obra porque, en verdad, dando es como se recibe. Esta es nuestra respuesta y nuestro aporte para la paz de Colombia en el post conflicto, tiempo de gracia que vivimos, pero que debemos construir juntos, dando siempre “el primer paso”, como nos lo propuso en su reciente viaje a Colombia el Papa Francisco.
Este libro presenta las distintas Ciudades de Dios existentes, las que ya han terminado su misión y las nacientes; todas se levantan como retoños nuevos de esperanza, bendición y paz. Indicamos el progreso que han tenido las primeras ciudades de Dios y también la manera como se están engendrando y desarrollando las nuevas iniciativas, construidas por todos. Destaca la presencia y participación activa, generosa y evangélica de las distintas Comunidades Religiosas que se han unido a nuestro sueño y aventura de fe y amor, y que están al frente de cada una de las Ciudades de Dios, liderándolas con su vida. Consideramos que este trabajo es una riqueza, y el mismo hecho de trabajar unidos y de manera complementaria todas estas Comunidades Religiosas y Laicales es ya un testimonio de la presencia del Señor y de la unidad que podemos lograr cuando nos disponemos, con corazón pobre y abierto, a dejarnos conducir por el Espíritu del Señor.
También queremos, con este libro, hacer un reconocimiento y expresar nuestro agradecimiento a los muchos benefactores que nos han ayudado a construir este sueño de Dios para los pobres, al igual que a las Instituciones con las que hemos hecho convenios de cooperación y alianzas estratégicas, para la consecución de nuestro fin de amor y servicio a los demás.
Como fruto del caminar durante estos quince años por las sendas del trabajo con los pobres, nace en la Diócesis de Chiquinquirá la “Comunidad de Carmelitas de san José”. Es el fruto maduro arrojado inesperadamente por esta gran experiencia de vida. Esta Comunidad tiene como fundamento carismático tres pilares: Orar, Amar y Servir. Son los principios que vive cada una de las cinco ramas que se desprenden del tronco fundacional: Los Carmelitas Laicos de san José, las Hermanas Carmelitas de Nazaret, Los Hermanos Carmelitas de san José, Las Familias Carmelitas de san José y los Carmelitas Diáconos Permanentes. Ellas son expresión y encarnación de un carisma nuevo, una manera nueva de vivir el Evangelio; son la respuesta actual a las exigencias y necesidades de vivir el Evangelio como camino de salvación para todos.
San José ha sido nuestro Padre, Protector, Maestro y Compañero de camino, a él consagramos nuestra comunidad y camino de evangelio, al igual que a Nuestra Señora de las Ciudades de Dios y a todos los santos carmelitas que desde el Cielo nos acompañan en la tarea diaria de hacer presente el Reino de Dios entre los pobres.
El libro está a la venta en la Ciudad de Dios de Villa de Leyva. Puede consultarse también en el teléfono 3102483074 o en el del padre mismo: 3108066367.